PROYECTO PICAFLOR DE ARICA

La Especie

 El Picaflor de Arica (Eulidia yarrellii) es una de las aves más pequeñas del mundo y, sin duda, la menor de Chile. Descrita por Goodall como “la guagua de los picaflores”, mide entre 7 y 8 cm y su peso varía entre los 2,3 a 2,5 gramos. Presenta un claro dimorfismo sexual, los machos se caracterizan por un parche en la garganta de un color púrpura iridiscente con tonalidades azules, mientras que las hembras son completamente blancas desde la garganta a abdomen.

El picaflor de Arica se caracteriza por emitir una vocalización muy suave. Tanto el macho como la hembra emiten unos trinos muy finos que recuerdan el sonido de cigarras (Clark et al. 2013). Esta característica permite identificarlos y diferenciarlos de las otras especies de picaflores similares, como el picaflor de Cora (Thaumastura cora).

Macho de picaflor de Arica en la típica posición de percha defendiendo el territorio y haciéndose visible a las hembras. Autor: Cristian Estades.

Debido al pequeño tamaño de su pico (largo aprox. 1 cm), se alimenta principalmente del néctar de pequeñas flores, como las del chañar (Geoffroea decorticans), el chingoyo o chilca (Pluchea chingoyo), el algarrobo (Prosopis alba), tomatillo (Lycopersicon chilense), o malva (Waltheria americana), entre otros. Además visita flores de hortalizas como tomates, pimentones, berenjenas y zapallitos italianos. Complementa su dieta con pequeños arácnidos e insectos. Esta singular especie habita exclusivamente los valles del extremo norte de Chile, al parecer en forma endémica ya que hace décadas no se registra en Perú, ni más al sur de Iquique (Cruz 2006).

En 2004 fue declarada ave símbolo de Arica por el municipio y en al año 2006, monumento natural de Chile por decreto presidencial.

Macho picaflor de Arica libando flores de chilca (Pluchea chingoyo). Autor: Ilenia Lazzoni.

Macho picaflor de Arica durante su despliegue aéreo. Los machos hacen despliegues hacia las hembras como cortejo y hacia otros machos y/o otras especies de pájaros para defender su territorio o alejar intrusos. Autor: Cristian Estades.

ESTADO POBLACIONAL

Los destacados ornitólogos Goodall, Johnson y Phillippi en su clásica obra “Las Aves de Chile”, indican que en 1935 este “pequeñísimo ser viviente” podía encontrarse en la misma plaza central de Arica y que en 1943 en el Valle de Azapa era tan abundante que en un solo árbol con flores podían contarse en un número cercano a 100 “que se veían como un verdadero enjambre de abejas alrededor del colmenar”. Esta fantástica descripción de la abundancia de antaño fue dramáticamente opuesta a las observaciones que se comenzaron a hacer a principios de este siglo, cuando los ornitólogos dieron la alerta con respecto a esta disminución. Para determinar qué tan real era esta percepción de disminución de la especie, el año 2003 el Sub-departamento de Vida Silvestre del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y la Dirección Regional del SAG (XV Región) solicita a la Unión de Ornitólogos de Chile (AvesChile) implementar un programa de monitoreo de sus poblaciones para hacer la primera estimación poblacional y recabar información sobre la ecología de esta especie, que pudiera resultar de utilidad para la formulación de un plan de recuperación.  

AMENAZAS

Este delicado estado de conservación del picaflor de Arica se debe muy probablemente a un conjunto de factores, se han propuesto tres hipótesis (no excluyentes) como posibles causas de su declinación: la destrucción del hábitat, el uso intensivo de pesticidas y la potencial competencia con el picaflor de Cora (Thaumastura cora) (Estades et al. 2007, Lazzoni et al.en preparaciòn).

La destrucción del hábitat es un problema que ha venido ocurriendo desde hace décadas en los valles de la región de Arica y Parinacota, específicamente en los valles productivo de la zona como el valle de Azapa, el remplazo de la vegetación nativa por cultivos agrícolas ha dejado a esta especie endémica con muy poco sitios idóneo para ella. Existen numerosos registros de territorios de picaflor de Arica que han desaparecido después de la transformación de parches de vegetación nativa en cultivos agrícolas (Estades & Lazzoni, observaciones personales).

Por otro lado, el hecho de que los picaflores comúnmente visitan flores de especies agrícolas como tomates, pepino, porotos, entre otros sumado a los registros de picaflores muertos después de la aplicación de pesticidas, permiten suponer que este factor debe representar un riesgo para estas aves (Estades et al. 2007; van Dongen & Lazzoni, observaciones personales).

Especialmente perjudicial han sido las favorables condiciones climáticas de la zona para el cultivo del tomate. Este cultivo es altamente demandante en pesticidas que son de alta toxicidad especialmente para un ave de tamaño corporal tan pequeño. Otro factor que indiscutiblemente ha debido incidir en la muerte masiva de ejemplares fueron las extensas aplicaciones aéreas que se hicieron en Arica en activos programas de control y erradicación de la mosca de la fruta (Ceratitis capitata), con el insecticida Malathion.

Como suele suceder en las extinciones de especies, son una sumatoria de factores los que confluyen y ésta no es la excepción. La llegada en los valles del norte de Chile del picaflor de Cora (Thaumastura cora), inexistente en los tiempos de Goodall y Philippi, y visto por primera vez en la década de los 70 podría ser un factor a considerar. Trabajos recientes (Lazzoni & Estades 2015; Lazzoni et al. en prep.) sugieren que este picaflor si puede estar contribuyendo a la disminución de la población del picaflor de Arica por medio de su mayor capacidad de crecimiento poblacional, esta especie no sólo se reproduce por un período de tiempo mucho más largo (casi 3x) que el picaflor de Arica, sino que también tiene una mayor probabilidad de éxito de la nidada.

Hembra de picaflor de Arica alimentándose en flores de Trixie calcoloides. Autor: Juan Aguirre Castro.

Macho de picaflor de Arica en percha después de haber libado flores de Waltheria ovata. Autor: Ilenia Lazzoni.

Pollos de picaflor de Arica en el nido. Autor: Juan Aguirre Castro.

PLAN DE CONSERVACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DEL PICAFLOR DE ARICA

Existe un “Plan de conservación para la recuperación del Picaflor de Arica” cuyo objetivo es impedir la extinción en el corto plazo (5 años) y permitir que en el mediano plazo (15 años) la especie pueda ser clasificada en una condición de menor peligro.

La base del plan de recuperación del Picaflor de Arica consta de los siguientes ejes principales:

  • Establecimiento de una red de áreas destinadas de forma prioritaria a la protección de hábitat (de alimentación y nidificación) de la especie, referida como Red de Micro reservas. A la fecha se han implementado en el valle de Vítor la “Estación Biológica Chaca” y en el valle de Azapa la “Estación Biológica el Rápido”.
  • Generar e integrar nuevos conocimientos sobre el picaflor de Arica para generar planes de manejos en toda el área de distribución de la especie.
  • Monitoreo poblacional y ambiental.
  • Educación ambiental.

AvesChile ha sido a lo largo de estos años parte integrante y activa del plan de recuperación de la especie, mantiene hasta la actualidad un programa de investigación, difusión y seguimiento de la especie (con campañas anuales de monitoreo de la población), además cuenta con un equipo de expertos que trabajan con mucho ánimos y empeño para encontrar nuevas herramientas de conservación para esta especie gravemente amenazada.

El plan de conservación ha tenido desde el principio el apoyo de diferentes organizaciones públicas y privadas como el Ministerio de Medio Ambiente, el Ministerio de Bienes Nacionales, la Municipalidad de Arica, la Corporación Nacional Forestal (CONAF), el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG); la Universidad de Tarapacá y Pioneer que contribuyeron y contribuyen con sus diferentes habilidades a la recuperación del picaflor de Arica.

Hembra de picaflor de Arica empollando. Los huevos se demoran en promedio 17 días en eclosionar. Las hembras de Picaflor de Arica construyen nidos con la forma de copa típica de todos los picaflores.

Autor: Cristian Estades.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Clark, C.J., T.J. Feo & W.F.D. van Dongen 2013. Sounds and courtship displays of Peruvian Sheartail, Chilean Woodstar, Oasis Hummingbird, and a Peruvian Sheartail × Chilean Woodstar hybrid. The Condor 115: 558-575.

Cruz, A.D. (2006). Rango de Ocurrencia y Abundancia del “Picaflor de Tacna” (Eulidia yarrellii) en el Sur del Perú. Report. Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre Moquegua-Tacna, Tacna.

Estades, C.F., J. Aguirre, M.A.H. Escobar, J. Tomasevic, M.A. Vukasovic & C. Tala 2007. Conservation status of the Chilean Woodstar, Eulidia yarrellii. Bird Conservation International 17: 163-175.

Goodall, J. D.; A.W. JOHNSON & R.A. PHILIPPI.” Las Aves de Chile, su conocimiento y sus costumbres ” Tomos 1 (1946) y 2 (1951) – Platt Establecimientos Gráficos – Buenos Aires.

Lazzoni I., W.F.D. Van Dongen & C.F. Estades. Expansion or extinction: the role of competition in population trend of Chilean Woodstar (Eulidia yarrellii) and the Peruvian Sheartail (Thaumastura cora).

Lazzoni, I. & C.F. Estades 2015. Expansión o extinción: el rol de la competencia en la tendencia poblacional de Eulidia yarrellii y Thaumastura cora. Tesis de la Universidad de Chile Doctorado en Ciencias con mención en Ecología y Biología Evolutiva Facultad de Ciencias.